rebosa tu mirada en mi pecho,
y la melodia de tus ojos hipnotiza mis manos,
que recorren pulgada a pulgada tu espalda,
pronunciando un poema al paso de tus vertebras,
vocalizan cada roce en tu piel,
humedecen de aliento tus besos.
rebosa tu mirada en mi pecho,
y la melodia de tus ojos hipnotiza mis manos,
que recorren pulgada a pulgada tu espalda,
pronunciando un poema al paso de tus vertebras,
vocalizan cada roce en tu piel,
humedecen de aliento tus besos.